lunes, 17 de mayo de 2010

Silencio por favor

El arrollador trueno del silencio
se muestra en la sonrisa terrosa
de las calaveras.

Pueden ser piratas hundidos
desaparecidos al vuelo
o simplemente restos minúsculos
de cazadores prehistóricos

Nada sabemos de otros asuntos
que también se hacen en silencio,
el sexo de las tortugas
la cocción de las verduras
o el pacto de la madrugada
sobre los poseídos amantes

Cuando tengamos que dejar
esta cáscara rudimentaria
de vísceras y huesos
que nos transporta diariamente
a este mundo,
solo el silencio nos soportará
y el arrullo de las sábanas
en las horas muertas del sueño
nada recordará.

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