miércoles, 20 de noviembre de 2013

Dios a vendido el mundo

Hoy es miércoles
y leo sin pasión
un posible fin del mundo

Surgen noticias sin plegarias
y todo se desborda
en las cruzadas de la modernidad.

Sólo tengo puertas cerradas
abismos presentados al alba
y la presunción sin causa
de algún suicidio.

La palabra no dicta
ni resume la agilidad del silencio
en las manos de algún poema.
A veces recita en un vértigo en silencio
los inviernos de la desaparición.

Hierven los minutos
las ciudades se suceden
y sólo me queda
cierto rumor de vida
en el cruce de tus piernas.
Y también
esa presencia viva de tu ausencia.

Dios a vendido el mundo
y nosotros hemos comprado
a ese brujo con libros de barro.

Detrás de tus párpados
estas palabras invitadas
no te dejan dormir
y yo lo sé.