lunes, 31 de enero de 2011

Sin salto alguno

La palabra
se ha sentado asustada
en el borde de tu lengua
y ve con calma
el vacío azulado de la mentira

Se mueven torpemente
muñecas articuladas
y enseres luminosos
entre sonidos de flauta
e incendios estériles
en los abismos de la melancolia

Queda tan poco
en la humedad consentida
de tu lengua de lagarto
que las sombras más valientes
no han podido levantar
la luz del día.

La vejez es eso,
un vuelo lento y consentido
sobre los prados temblorosos
de la juventud sin rostro

Y la palabra
sin altavoces
muere aquí
-pasión de invierno-
sin salto alguno

domingo, 30 de enero de 2011

Pájaros asustados debajo de la lluvia

Ya no recuerdo
el sabor de tus besos
ni las maquinaciones de los sentimientos
al borde de tus palabras
ni tampoco el quebranto propio
de los cuerpos desnudos
en el tacto de la noche

Los rincones más luminosos
de tantos y tantos juegos
en la disolución de los cuerpos
nos han olvidado
y hay una estera imposible
de llanto y miedo
en los prostibulos vacíos
del mundo siempre visto.

Tengo frío
y las palabras florecen
en la fila inmóvil
de los pajaros asustados
debajo de la lluvia

Volverá
el estío de tus risas
a llenarme nuevamente.

Yo lo sé
aunque tú no lo creas

miércoles, 26 de enero de 2011

Cacharros y otras cosas

Se destila últimamente
una mentira bien preparada
en los labios de la verdad

Parece que los caminos
se cruzan en los horizontes
invisibles e imaginarios
como hormigueros en desbandadda

Se han cosido
los bolsillos de los ricos
y cortado de tajo
las manos de los pobres
y las palabras
han escapado de los libros
para preparar festines de mercado
con los últimos cacharros inventados

El hombre ha muerto
enlatado y sonriente
en los estantes de los supermercados
y las últimas noticias
de este ser conocido
hablan de rebajas y reservas
en las últimas playas amuebladas

Dadme un grano de arena
y crearé desiertos infinitos.
Dadme una letra desnuda y ligera
y montaremos abismos y ferias
en los patios de la tarde,
allí donde los diccionarios
reposan a la espera de los sueños.

jueves, 13 de enero de 2011

Ovejas en alza

El silencio
se ha vestido intencionadamente
con su mucosa de culpa
irrepetible y brillante
en las mejores galas
de gobernantes y payasos

Malos tiempos
para gallineros de dentaduras
sin dientes y vacíos de hambre.

No hay pausa
entre los soliloquios de pantallas
de sobremesas anodinas
e informes sobrehumanos
de sueños y caídas

No hay precipicios a la vista.
Sólo laderas de ovinos
en la sombra más cobarde
de las madrugadas

sábado, 8 de enero de 2011

La casa

Caen las palabras
de los bordes de los armarios
y entran abruptamente
las mil luces de tu sonrisa
en el abrir de las puertas.

Y las camas
elucubran amores en fuga
y las cocinas
montan ollas y cubiertos
en el festín de cualquier poema

Y el silencio
siempre prematuro y olvidado
pasa página
en las novelas verticales
de los últimos dinosaurios literarios

Nada ha quebrantado
el paso invisible de las alfombras.
Y las palabras esclavas y vacías
de los televisores
nos hablan de mundos exteriores
en la jungla humana imprevisible.

Los dormitorios
permanecen a la espera
de cualquier batalla sin sueño
en las madrugadas breves
de tus besos.

Y dicen que
hay lapices de colores
y dibujos de monstruos y princesas
en las habitaciones infantiles
montando batallas sin generales
tras las sombras de las ventanas.

jueves, 6 de enero de 2011

FRAGMENTOS

En los apéndices de la memoria
y sus anales de horror permitido
he encontrado cementerios sin muros
y lagartos descansando
en las tumbas más blancas.

He pegado mi oído
a la tierra fresca
y la eternidad más desnuda
me ha recordado
cierta felicidad suficiente.

Voy a dormir un poco
en los fragmentos de esta locura
ahora que la palabra
sigue corriendo prisionera
en el jardín de los sueños.

miércoles, 5 de enero de 2011

La lengua de metal

Apoyados
en los muros más hábiles de tu memoria
allí donde el olvido
veranea inconsciente
y los almendros reunidos
han olvidado rostros y preguntas
en la desnudez de las madrugadas

Por allí,
hemos viajado sin esperanza
tras las manos atadas de la inocencia
y sorprendidos estamos
del vacío esmerado
en los cuencos de la pobreza
y de la fraternidad animal
en las noches de lluvia.

El horizonte
ve el vuelo lento de los pájaros
y los cuerpos giran y caen
en la desaparición programada
de un dios cuestionado
en los neones de los supermercados.

lunes, 3 de enero de 2011

Estoy desnudo

Estoy desnudo
en el margen más olvidado
de la palabra
donde llega un tufo permanente
de poetas y suicidas permitidos
en los párpados de la noche.

Y la vejez
como una herida blanca
de pus consentido
permanece inmóvil
en la extrañeza de la misericordia.

No hay perdón
en la humedad de los mercados
donde hay luz
en las bóvedas excitadas de la riqueza
y los pájaros enjaulados
han olvidado la sonrisa de los niños
y las lenguas en silencio de los viejos