lunes, 30 de mayo de 2011

La casa abierta

Mi vida
es una casa abierta

Han entrado especímenes
engalanados en la aventura de la pobreza
y luchadores en tránsito
hacia un mundo mejor

Alguna mujer
ha recogido sin permiso
- siempre es así -
el aliento sedimentado de mil preguntas
en el viaje de su compañía

Han llegado vientos
más bien tempestades
del cansancio de la tortura
en la lenta agonía de la locura
y ha discurrido también
como una cucaracha invitada
los residuos preparados sin descanso
de las ferias de la barbarie

En otras casas he entrado
para ver la caída pausada
de la mano abierta
en la preparación de la ternura
y encontrar siempre presente
la disposición de la palabra
en la red de un poema.

Hay fantasmas
sombras cóncavas en la madrugada
que desnudan las paredes
de los sentimientos recogidos
en las conversaciones con la lluvia
y aparecen sin quererlo
rostros títeres y esqueletos
en la ventanas dueñas del invierno

En los patios traseros
voy dejando sin consuelo
el cansancio de los comisarios
y los fósiles escleróticos y abandonados
de los políticos enfangados
en las posturas de la mentira

Los desvanes
aventuran desastres
en los alambiques preparados
de las cavernas habitadas
de la melancolía

jueves, 12 de mayo de 2011

Has abierto la ventana

Has abierto la ventana
y ha entrado el día
y una llama de luz
que arrastra el flujo siempre esperado
de tu cuerpo en la mañana.

Me veo tan poco
la perfección del día
la pendiente de tu cuerpo
en los alambiques del deseo
la presunción de la vida
tontamente labrada en este poema

Nada puedo decir.
Sólo esperar alegremente
el aterrizaje perfecto
de este cuerpo habitado
en el desierto de la nada

La palabra
transpirará entonces
en la mirada vertical
de los libros olvidados
y yo estaré tal vez
enquistado y liviano
en los tubos de tu memoria

miércoles, 4 de mayo de 2011

En silencio de nuevo

Estamos rodeados
de sirvientes de metal
e imágenes brillantes
en la disección de la mentira

En la disciplina
de las cajas registradoras
en la madrugada
y en la disidencia geométrica
de los aires acondicionados
en las terrazas inhabitadas
de los hoteles del amor
permanece ingrávido
el silencio de la eyaculación

Los cuerpos
se disputan con ceguera
el sabor caliente de la carne
y ésta desaparece
en el ritual conocido
de las últimas alabanzas

Todo cambia
en la permanencia del tiempo
verdadero baile de disfraces
en los manuales del horror

El hombre
animal repetido e inesperado
en exceso
ya no tiene dios
sino un miedo como dios manda