Veo alcobas blancas
y noches afiladas
en el pensamiento rural de la especie.
Tierras desbastadas
y miembros suspendidos
en el destino conocido de los poderosos.
Líquenes
en la cobardía de la mentira
y signos en silencio
en los muros de los mercados.
Todo ha pasado tan rápido
que las sombras agonizan
en estas palabras sin misericordia.
Ya he comprobado
que no sirvo para nada
y una luz desgastada persiste
en los labios secos del viento.
Sólo la palabra
me retiene al borde de mí mismo
pájaro inmóvil
en el frío de la noche.
Poesia para llevar de la mano. Un punto de enclave entre las barbaridades de otros y mi pensamiento. Se puede usar y tirar sin compromiso hasta la saciedad. Se permite sacar de paseo a estos batracios invertebrados llamados poemas de vez en cuando.Únicamente se debe mencionar al culpable de todo este dislate de forma inocente.Se le busca por atrevimiento y alevosía en el arte de la mentira. Prohibido creer en nada de lo escrito aquí. No se permite el paso de los cuerdos.
miércoles, 31 de agosto de 2011
jueves, 25 de agosto de 2011
Arde el invierno
Arde el invierno
en las uñas abrasadas de la juventud
y ciertas distancias atravesadas
hablan de flores y ortigas
en las cánulas desechables de los sanatorios.
Todo ha ido cambiando
excepto yo
huido de los espejos ajenos
en la huella catenaria
de los vientres de las amantes.
El tiempo
tiene el olor liviano
de la madera nueva de los ataudes
y la soledad de los parques
exhala un perfume
de orines retenidos
en los cuerpos deformes de la vejez
en las uñas abrasadas de la juventud
y ciertas distancias atravesadas
hablan de flores y ortigas
en las cánulas desechables de los sanatorios.
Todo ha ido cambiando
excepto yo
huido de los espejos ajenos
en la huella catenaria
de los vientres de las amantes.
El tiempo
tiene el olor liviano
de la madera nueva de los ataudes
y la soledad de los parques
exhala un perfume
de orines retenidos
en los cuerpos deformes de la vejez
domingo, 14 de agosto de 2011
Esa mujer
Esa mujer
que cierra las puertas
en la tarde adormecida
y más tarde
es todo entraña
que recibe festiva
la vida misma
todavía semilla oscura
ciega iluminación en silencio
Qué instancias
o destellos de soledad
deben ser vendidos
para mostrar el aullido
antiguo de la especie
para decir en llamaradas
el dolor cautivo y transparente
del vino de la desaparición
Sólo queda
los manteles vacíos
de aquella amistad
de manos grandes
y palabras ofrecidas
en la fugacidad irremediable
que cierra las puertas
en la tarde adormecida
y más tarde
es todo entraña
que recibe festiva
la vida misma
todavía semilla oscura
ciega iluminación en silencio
Qué instancias
o destellos de soledad
deben ser vendidos
para mostrar el aullido
antiguo de la especie
para decir en llamaradas
el dolor cautivo y transparente
del vino de la desaparición
Sólo queda
los manteles vacíos
de aquella amistad
de manos grandes
y palabras ofrecidas
en la fugacidad irremediable
viernes, 12 de agosto de 2011
Descenso
He descendido al saludo del vértigo
y he sentido maléfico
el aceite en las máquinas de la tortura
y la espera del reo
en la humedad de las celdas
Han llegado
los números de la pobreza
a llenar la holgura sonriente
de las dentaduras de la riqueza
La noche
se ha estrellado una vez más
con la paridad de la mentira
y una vez corregida y repetida
la verdad se distingue
en los caminos de la vergüenza
Y yo sólo creo
en el mundo equivocado
que nos han parido.
Y ya todo da igual
Sólo la humedad de la carne
permanece
en los patíbulos del deseo.
y he sentido maléfico
el aceite en las máquinas de la tortura
y la espera del reo
en la humedad de las celdas
Han llegado
los números de la pobreza
a llenar la holgura sonriente
de las dentaduras de la riqueza
La noche
se ha estrellado una vez más
con la paridad de la mentira
y una vez corregida y repetida
la verdad se distingue
en los caminos de la vergüenza
Y yo sólo creo
en el mundo equivocado
que nos han parido.
Y ya todo da igual
Sólo la humedad de la carne
permanece
en los patíbulos del deseo.
sábado, 6 de agosto de 2011
Raramente, la verdad
Estoy convencido
de que el hombre
raramente dice la verdad
Como una herida
cauterizada y olvidada
debajo de la piel
la vida deambula ciega
por los pasillos triunfantes
de sus sueños iluminados
y piensa siempre equivocadamente
que la oscuridad es algo lejano
Constantemente
hay carátulas y espejismos
en el tráfico permanente
del tráfico de la vida
El hombre
desnudo y ridículo
en su aproximación a la muerte
queda lejos.
Las batallas se repiten
y los triunfos lucen los destellos
de la velocidad de la mentira
Sólo los poetas
anfibios descoloridos
en los acuarios de la rutina
quedamos al margen
de todo esto
de que el hombre
raramente dice la verdad
Como una herida
cauterizada y olvidada
debajo de la piel
la vida deambula ciega
por los pasillos triunfantes
de sus sueños iluminados
y piensa siempre equivocadamente
que la oscuridad es algo lejano
Constantemente
hay carátulas y espejismos
en el tráfico permanente
del tráfico de la vida
El hombre
desnudo y ridículo
en su aproximación a la muerte
queda lejos.
Las batallas se repiten
y los triunfos lucen los destellos
de la velocidad de la mentira
Sólo los poetas
anfibios descoloridos
en los acuarios de la rutina
quedamos al margen
de todo esto
miércoles, 3 de agosto de 2011
Pausa
Veo la destrucción que avanza
en los campos estériles del hambre
en los corazones ya violados sin rostro
en los lienzos espléndidos de la derrota.
Hay llanto
en las camas infantiles
y sombras de incertidumbre
en las manos de las madres.
Los paños estériles de la vejez
hablan de errores que vuelven
de copas vacías en la sobremesa
y de palabras prohibidas
en las fuentes de la locura.
Hay un azul en agonía
en la esperanza de las cenizas
y uñas rotas
en las sustancia de las cárceles.
en los campos estériles del hambre
en los corazones ya violados sin rostro
en los lienzos espléndidos de la derrota.
Hay llanto
en las camas infantiles
y sombras de incertidumbre
en las manos de las madres.
Los paños estériles de la vejez
hablan de errores que vuelven
de copas vacías en la sobremesa
y de palabras prohibidas
en las fuentes de la locura.
Hay un azul en agonía
en la esperanza de las cenizas
y uñas rotas
en las sustancia de las cárceles.
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