domingo, 22 de junio de 2014

Siempre es junio

Siempre es junio
en la tormenta de tu sonrisa
y yo permanezco intacto y cautivo
tras las cortinas del tiempo,
ese lapso inaplazable del pasado.

En otro lapsus
miro las ventanas de los hospitales
y la sonrisa de sus jardines
y la impenetrable mirada de dios
en las cornisas iluminadas

Las calles
y su ruido de pasos se ha olvidado
y los pantanales del futuro
hablan de viejas palabras
y deseos animados diestramente
en los árboles de la juventud.

Todo esta escrito
en las planillas arborescentes
de tu mirada
y yo permanezco asombrado
entre las pandillas salvajes
de los hombres.

Bien esta
que la vida
amanezca todos los días.


Nota. a J

lunes, 9 de junio de 2014

Nueva palabra

Quisiera inventar una palabra nueva
donde no hubiera rastro de perdón
joven y sin mérito

Sólo los viejos perdonamos
en los pantanos de la vida.

Sería blanca, como la luz primaria
mezcla y desorden de todas la luces
futuro sin presunción de olvido
tal vez sirvienta precoz de toda sonrisa
tal vez sencilla postura atrevida
de los nuevos fotogramas.

No lo sé
Llegan las tormentas de todos los días
los saltos atléticos de los transeúntes
en demostraciones fantasmagóricas
y todo sigue igual

Tal vez
todo comienza por un beso
mudo y sensual
en los desvanes de la promiscuidad

Nada se ha aprendido tanto
como perder el recuerdo de la edad
y así
los jóvenes piensan que todo lo saben
y hablan como viejos envejecidos
y los viejos
sonríen como niños
en los principios de la juventud.

Voy a posar este verso
entre las ruinas de uno mismo
fuerte y sumiso
en los bacanales de la duda

miércoles, 4 de junio de 2014

El invierno ha olvidado el verano

Ahora
que sólo me queda
el sabor opaco del olvido
y el saneado brillo del mercurio.

Recuerdo la pérdida
y cierta ausencia sin dolor
y todo aquel futuro imprevisible
de la juventud

Todo me ha superado
excepto la palabra

Levanto mi copa de vino
desenredo el mantel de la locura
veo la esencia de los manantiales
y noto que el tiempo ha envejecido
en las manos frías de los monumentos.

Nada ha cambiado
ahora que el invierno
ha olvidado el verano