viernes, 16 de octubre de 2009

La erección de los insectos


Habrá un tiempo
en que los pájaros
habrán perdido sin compromiso
el vértigo mejor vendido
y caerán enfermos
con la alas plegadas
en el abismo más inmenso.

La mentira
-en absoluta procreación-
habrá atravesado su risa
y en una dentadura de espanto
asistirá inconsolable
a la madre de todas las ejecuciones.

Habrán quedado
las manos de dios
enterradas y olvidadas
en los mejores vertederos
mientras los insectos
alcanzan la santidad
en un vuelo tubular
de erección permanente.

Ya no habrá tormentas
ni sostenidos vientos
apenas un pálido silencio
en las habitaciones pendulares
de las mujeres mejor entrenadas.

Descansará sin aliento
la palabra arrepentida
y los poderes más tercos
-mudos como piedras sin labios
y posteriores a toda obra-
solaparán gobiernos y sistemas
en los veranos abandonados
de las casas de reposo.

domingo, 11 de octubre de 2009

Impacto


La piedra escrita
ha caído sorpresivamente
sobre el asfalto
sobre sus baldosas ordenadas
sobre el sedimento húmedo
del deseo bien importado.

El impacto ha creado
fonemas acertijos tildes
y preguntas huérfanas
de cualquier respuesta.

Se han dañado
algunas medias articuladas
de última generación
y los libros de poemas
se han lanzado de los estantes más pulcros
abiertos y desmelenados
en posición paritoria.

Los palacios episcopales
y las casas de gobierno
han desmontado eventos
anulado las agendas del día
y las últimas lluvias
llevan un sabor ceniciento
que lo anega todo.

Sólo el poeta
ha conservado su propia muerte
como un mensajero imperial
perdido sin consuelo
en un cruce de caminos

miércoles, 7 de octubre de 2009

Bello y miserable


Los estanques han olvidado
el mareo improvisado de los amantes
su calor prematuro de cuerpos avanzados
como espumas transparentes,
y los besos prisioneros
de los peces invisibles.

Voy a tener un sueño
en el recogido sexo de la hembra,
ahora que las cúpulas del mundo
hablan de bonos ferroviarios
para cruzar todo el veneno
de un mundo de blasfemias.

Aún es bello y miserable
el olvido.

domingo, 4 de octubre de 2009

El canto del loro


Poco hay que mostrar
y nada que demostrar.

El aullido de los árboles
en la senda de las avenidas
la hermética mirada de las puertas
tras los cuerpos sin dueño de alguna mujer
y la caída sin decoro
de los años emplastados
en estos dedos que escriben.
Todo ello
me hace recordar
que tal vez estemos viejos,
ahora que la palabra
ha quedado como único guardián
de tanto sueño desbaratado
y los vientos de la fama
han cogido otros rumbos
buscando rincones ajenos
que no me interesan.

Al final
me he quedado sólo
con este mar de versos
que pueden ahogar sin compasión
a los mejores tiburones
y lanzar hasta los cielos tormentosos
las ideas más perversas.

No está mal
al fin y al cabo.

jueves, 1 de octubre de 2009

Un beso bien pagado


En los manicomios más ilustres
en las calles abarrotadas de luces
hemos encontrado
vendedoras de besos,
efímeros y escuálidos
húmedos y mendicantes
como escapularios olvidados.

A veces hablan en monosílabos
o escuchan en pensamientos esdrújulos
pero siempre sonríen arqueados
entre mejillas de deseo sin corazón.

Nada ha cambiado el mundo
tras el torrente de besos
que se pronuncia cada noche
en los baluartes mejor entrenados
del sexo desnudo y seco.

Detrás de estos labios
-balcones llenos del alma de una mujer-
el hombre es sombra invitada
para alumbrar sin demora
el tanteo primario del deseo,
último puente abierto todavía
de aquel joven que ya no volverá.

¿Quién no quiere
el disfrute encalambrado
de un beso bien pagado?.