Déjame desnudarte
y ver el vuelo vertical de tus ropas
en la penuria de las alfombras
Tiéndete a mi lado
en el amor acorralado
de cierta presunción en la sombra
aquí en los labios más oscuros de la noche
donde solo cuenta
el amor de tus besos
y alguna eternidad sin nombre.
Algo sabemos
tú, yo y la alfombra.
Poesia para llevar de la mano. Un punto de enclave entre las barbaridades de otros y mi pensamiento. Se puede usar y tirar sin compromiso hasta la saciedad. Se permite sacar de paseo a estos batracios invertebrados llamados poemas de vez en cuando.Únicamente se debe mencionar al culpable de todo este dislate de forma inocente.Se le busca por atrevimiento y alevosía en el arte de la mentira. Prohibido creer en nada de lo escrito aquí. No se permite el paso de los cuerdos.
lunes, 31 de diciembre de 2012
domingo, 30 de diciembre de 2012
Límites
Caen los límites
y la pureza ha comenzado a buscarte
y la pasión fría de la lluvia
entiende de nuestros sueños
en los anuncios ocultos de la desaparición
y la pureza ha comenzado a buscarte
y la pasión fría de la lluvia
entiende de nuestros sueños
en los anuncios ocultos de la desaparición
sábado, 29 de diciembre de 2012
Fragmentos
Sólo me queda
el recuerdo de tus manos
y el fulgor de la lluvia
en algún día de otoño
Y tu sonrisa
frontera entre la magia de todas las cosas
y el destello sin memoria de la realidad.
Y el paso del tiempo
ese aire necesario de los dos.
Nada será igual
transparencia en el silencio
inmóvil servidumbre en desorden
palabras en el laberinto escaparate
de todos los días.
el recuerdo de tus manos
y el fulgor de la lluvia
en algún día de otoño
Y tu sonrisa
frontera entre la magia de todas las cosas
y el destello sin memoria de la realidad.
Y el paso del tiempo
ese aire necesario de los dos.
Nada será igual
transparencia en el silencio
inmóvil servidumbre en desorden
palabras en el laberinto escaparate
de todos los días.
domingo, 9 de diciembre de 2012
Cuerpos
Aquí han quedado los cuerpos
en su soledad abatida
más allá de aquellas manos
que buscaron los manantiales consentidos
de cierto amor eterno sin profecías.
Estos esperan otro calor
otros latifundios de sueños
en los patios vecinales de la vida.
Y otros, olvidados
en las bóvedas de plomo del horror
en las profundidades cóncavas de las fosas improvisadas
en los desagües de la mentira
alimentan geranios y conversaciones de prostíbulos
ahora que el tiempo pasa
y la edad se dibuja en el líquido de la desaparición.
Sólo queda
la claridad del olvido.
Ese vacío distante de todo
en el vuelo sin motor
de esta palabra en reparación siempre,
incendio sin viento
en los residuos industriales de uno mismo.
en su soledad abatida
más allá de aquellas manos
que buscaron los manantiales consentidos
de cierto amor eterno sin profecías.
Estos esperan otro calor
otros latifundios de sueños
en los patios vecinales de la vida.
Y otros, olvidados
en las bóvedas de plomo del horror
en las profundidades cóncavas de las fosas improvisadas
en los desagües de la mentira
alimentan geranios y conversaciones de prostíbulos
ahora que el tiempo pasa
y la edad se dibuja en el líquido de la desaparición.
Sólo queda
la claridad del olvido.
Ese vacío distante de todo
en el vuelo sin motor
de esta palabra en reparación siempre,
incendio sin viento
en los residuos industriales de uno mismo.
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