viernes, 2 de septiembre de 2011

Claves para un tiempo futuro

Siempre
se deba amar a una mujer
lentamente
igual que el invierno
saborea los días de otoño
y día a día
espolvorea los mantos desnudos
del frío recogido

Siempre
hemos de tensar
la cuerda y el tambor
y la palabra enlatada superviviente
para los próximos desaparecidos
en el banal cúmulo de noticias
y oscuridades reconocidas

Nunca hay que mirar atrás
de todos aquellos cuerpos encendidos
en la esterilidad de las sábanas
adormecidas de cualquier mañana.
Hospitales y cirugías
en la pasividad atenta
de las papeleras bien entrenadas

Malos tiempos
para habitar palabras
y emplear naúfragos
en la delación de la locura

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