He consentido
que la palabra bañe sin pasión
la arena de mis pies.
Y sus labios de aire
se han llevado mis pulmones
náufragos de la melancolía.
Palabra intensa a veces
seca y sin fe
entre las máscaras desprendidas
de ciertos desconocidos muertos
Glacial
cuando ha entrado
en los sótanos inútiles de la memoria
y agobiante
cuando ha preguntado
por el abismo fijo y sin sueño
de un futuro previsible
Sólo tengo sombras
en los vestidos inhabitables
de la edad
Sept 2014
En mis 50 años
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