La casa
extiende sus habitaciones
y abre sus ventanales
y cuida sus camas
en la delación de los cuerpos
y santifica las cocinas
en la ternura de las comidas
Sólo los niños
comprenden en sus juegos
ciertos habitantes invisibles
que permanecen flotando
en el silencio de las cosas
Todo fluye lentamente
en los espacios verticales
de la indiferencia
2 comentarios:
¡Qué bien escribes!, me ha gustado un montón. Pasé por aquí y he quedado gratamente complacido. También agradezco tu visita a mi página. Abrazo.
www.emarvaz.blogspot.com
Gracias Eric.
Muchas veces vuestras pequeñas plabras son un gran empujón en este camino desolado.
De verdad que muchas gracias y nos seguimos encontrando en los manojos de palabras
alberto
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