miércoles, 22 de junio de 2011

Maldito capitán

Estoy ahora
posando mis ojos de buey
en el lento caminar de la vida
y observo el futuro sublimado
regresivo en exceso
que vuelve y se encarama
en los prostíbulos descarados de mi memoria
y lanza escupitajos suicidas
llamas de sueños
allí donde no hay nada

Maldito capitan
asentado en el barco de mi cuerpo
mirando su proa enfermiza
mas acá de la tormenta imposible
más alla del infinito previsible
que tiende en sus noches de insomnio
las bitácoras de mis poemas
buscando un rumbo desconocido
en mi noche sin estrellas

Maldito loco
que me lanza en las madrugadas
por los caminos sin pendientes
de la soledad

Nada hay que nos pertenezca
en el crujir de las maderas enceradas
para tan largo viaje

Sólo un mar oscuro
sabrá recoger un día
esta aventura de vísceras y glándulas
mientras ciertos cánticos de palabras
sonarán en el festín solitario
de las estrelllas

2 comentarios:

Jorge Maseda dijo...

masticar
la impropiedad del cuerpo
rumbo a donde vayamos,
si es que vamos, a algún lado.
Muy buen trabajo,
un texto excelente, las
palabras son fuertes y directas,
me gusta.

alberto jimenez dijo...

Gracias Jorge
En efecto hay una impropiedad del presente, ya que muchas veces hay un futuro que te arrastra y te maltrata algunas veces.
Yo me hes sentido a veces como una oveja que de forma iremediable va por un camino ya definido.Es una sensación horrible, como si supieses que la travesía acabará en tragedia y no puedes hacer nada al respecto.
O también, cuando tienes la sensación de que todo saldrá bien, también es posible.
Es un futuro regresivo, ya que de alguna forma invisible nosotros lo percibimos y el se modiica en nuestra creencia.
Dicen que las guerras las ganan los que creen, sencillamente.
Saludos
Alberto