lunes, 16 de febrero de 2009

El miedo


En las oquedades de uno mismo
el miedo se reposa.
Animal inocente y dormido
que se reproduce sin saberlo
ante la amenaza de algo externo.

Este ser
no ve ni palpa.
A veces sólo imagina
se precipita
son control aparente
ante un ratón diminuto.

Por nuestro cuerpo
mueve poleas y bulones
abre compuertas oscuras
y hace saltar pulsos luminosos.

Y en nuestro cerebro
un ejercito sin rumbo
de cucarachas azules
toma el mando
de un barco sin capitán.

No es para hoy
el razonamiento
dicen sin compasión
y el bastón de un mariscal loco
toma senderos imaginarios.

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