Poesia para llevar de la mano. Un punto de enclave entre las barbaridades de otros y mi pensamiento. Se puede usar y tirar sin compromiso hasta la saciedad. Se permite sacar de paseo a estos batracios invertebrados llamados poemas de vez en cuando.Únicamente se debe mencionar al culpable de todo este dislate de forma inocente.Se le busca por atrevimiento y alevosía en el arte de la mentira. Prohibido creer en nada de lo escrito aquí. No se permite el paso de los cuerdos.
lunes, 24 de agosto de 2009
No debiera levantarme hoy
No voy a mirar atrás,
a ese sendero de orines y palabras
que hemos dejado ya petrificados
en aquel ayer que no tiene futuro.
¿Para qué?
Nada va a volver
ni las heces más disueltas
ni los amores más rencorosos.
Nada que no sea hoy
tiene el sabor mineral de la noche
y las danzas de los hombres distantes
surgen como títeres encabronados
en medio de una escena aliñada
para morir cada momento
de forma irrepetible.
Los trenes más solitarios
dejan en sus cautivos caminos
otras sendas ajenas que no conozco
como si hubieran inventado un rumbo
para la noche más invisible
que imaginarse pueda
No hay compás
que aguante la desolación
de tanto desierto ocupado
ni poeta que pueda cantar
las victorias permanentes
de tanto fin irremediable.
Nada quiero recordar
ni siquiera el futuro.
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