domingo, 9 de agosto de 2009

Antes de....


Antes de cualquier chapoteo del sexo
un beso leve
como una hoja cayendo sin voluntad
puede venir bien.

Alguna palabra
y el roce de una mano
en los caminos más curvos
sobre un aire impermeable
que nos arrastra irreverente
tampoco debe faltar.

Todo lo demás
horizontalmente vendrá al paso
y enmarcará en algún esfuerzo
aquel deseo que nos imaginaba

Pero si no sientes
en el trasluz de la pupila
y en el trajín de tanto cuerpo dilatado
la llamada visceral de algo eterno,
como si todo se hubiera parado
y un espacio embebido nada delimitase
y las palabras no sirvieran ni de consejo
y todo fuera olvido por momentos.
Si no es así,
dedícate al estudio de las anémonas
o escribe un manual de alquimia
sobre el mundo de los actínidos.

Nos irá mejor
seguro.

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