Yo quisiera buscarte
tras las alcobas triunfantes de la noche
o enfrente de las sonrisas decadentes
de las citas alquiladas sin nombre,
y pensar si hay algo más
que el sabor de la carne
y el quebranto de tus huesos
sobre el jergón bien pagado.
Y así saber
si el brillo de mis ojos
pudo ultrajar buenamente
el pedido eterno de tu amor,
ese bicho impertinente
que alumbra a veces
las pestañas de mil sueños
tan desconocidos siempre
como tu y yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario