
Ahora
que las gentes tienen ya
pensamientos de vinilo
con rostros de acetato
y sonrisas de vidrio,
no nos vamos a quedar sentados
tras los cerebros mantecosos de los poderosos
y ver como se hunde
este cetáceo sin palabras
al que llaman mundo.
La poesía se hizo
para rodear los cerebros
de ciertas clarividencias
y despertar hasta el colapso
corazones con marcapasos.
De los lavatorios del sexo
las pautas entrenadas del deseo
o las sonrisas parapléjicas del amor
ya no hay tiempo.
Los amaneceres
los valles las rosas
y las lujosas palabras envolviéndolo todo
deben esperar
a la muerte de los generales
o al paso arrepentido de los infames.
Todo queda por hacer
para seguir haciendo
algo mejor que lo existente
Que no se diga
que no estábamos aquí
con un ramo de poemas
y el brazo fuerte
a la espera en pausa
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