El deseo omnivoro del sexo
ha surcado brutalmente
el tracto vecinal de nuestros cuerpos.
Y nada ha escapado
a la vida huídiza y escamosa
de los poetas en primavera .
Ya ven
un cercano placer está suelto
y las crisis permanentes
de amor y odio
hablan de noticias de besos
y muertos en carretera.
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