y buscabas
el canto suspendido
de tus bragas inservibles
en la mediación de las alfombras.
Yo estaba ausente
tras las máquinas de la guerra
hábilmente manejadas por tus manos
y la mañana nos despertaba
con los ruidos del mundo
golpeando sin misericordia
nuestra barca de carne y poco más.
Todo era suficiente
cuando los noticiarios
recolectaban muertos matutinos
en el silencio de los frigoríficos
y las avenidas mejor diseñadas
llevaban hombres dirigidos
hacia la rutina melancólica
de cierta desaparación conocida.
Aún así
todo era suficiente
y las bragas y las alfombras
firmaban una paz insufrible
5 comentarios:
bendita paz
reconocida
lo he disfrutado
Hola, como va?
De nuevo, como en el anterior poema, me ha gustado mucho escribirlo.
No sé, a veces la palabra cae como una piedra, pero otras veces -como ésta- el aterrizaje es más suave.
Hay cierta tranquilidad en los últimos poemas, no es una palabra
tan abrupta, tan desgarradora.
En fin, seguiré escribiendo en este lugar tan olvidado.
Y muchas gracias por tus palabras, no te imaginas el efecto que tienen en estos desiertos tan desolados.
Estoy mirando este blog un poco desolado -solo tiene palabras- y veo que escribo en él desde mayo del 2008 -3 años-.
Me parece mucho tiempo, demasiado para un blog.
Hummm, vaya...en fin
saludos de nuevo
¿Cómo es eso de que este blog está desolado porque sólo tiene palabras? Palabras y sentimientos… a mí no me parece poca cosa, al contrario. Que puedas tener recogido en palabras lo que has sentido a lo largo de estos tres años es un tesoro, y que las compartas siempre se agradece. Ojalá que a esos les sigan de momento otros tres más.
Saludos, Alberto.
Gracias de nuevo
Esperemos que sigan surgiendo palabras más palabras menos en otros 3 años más, y sus países y viviencias añadidas.
Un saludo muy grande y gracias por vuestras palabras
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