jueves, 9 de junio de 2011

Animal gobernable

Yo
que soy un animal gobernable
en el lecho biológico de tu cuerpo
te pertenezco

Me consuelo ya cansado
en la necrosis aplazada
de mi desaparición anónima
y tu viajas incansable
desde tu sonrisa
a las planicies más abiertas
del deseo primitivo

El mundo se rinde a tus ojos
en una infección plena
de ausencia del tiempo
mostrando tu sonrisa estrella
en las plazas de mi juventud

Que extraño
ahora que soy herbívoro
en el ácido mensurable de tu carne
miro los jirones maltrechos
de mis velas sin rumbo
en los mares sin calma
de las guerras cotidianas
y siento sin pesar
que nada me importa
tan libre y ligero
tan inocente y previsible
como el primer día

4 comentarios:

Jorge Maseda dijo...

Hola! muy buen texto,
excelente, es como leer un camino,
se puede escuchar su banda sonora,
tiene ritmo, inteligencia, expresa
grandes cosas, con muy buenas palabras, un saludo!

jorgemaseda.blogspot.com

Pinecone Stew dijo...

Have a SUPER weekend !

Paloma Corrales dijo...

Bello, bellísimo; desde las dos primeras estrofas, rendida.

Besos.

alberto jimenez dijo...

Gracias por vuestros comentarios
Muchas veces siento que lo único ingobernable que hay en mí es justamente estos poemas que no sé de donde vienen
besos
alberto
Tindouf, junio 2011