domingo, 19 de junio de 2011

El beso de la mujer araña

Veo los caballos destrozados
en las camas revueltas
de la mujer araña
y sus hombres dispuestos
cúmulos hormonales
en la geometría de las batallas

Veo el olor ya irrespirable
de la infancia olvidada
en los corredores hospitalarios
y me siento perdido
anacoreta en el bosque de mis palabras

Y si lo que veo no existe
y sólo se pasea impúdico
entre los almacenes abandonados
de mis derrotas repetidas
Y si yo no existo
y sólo ciertas palabras alineadas
hacia la iniciación de la mentira
se muestran en los bordes agudos
de las sombras fantasmales que me delatan

Todo puede ser
hasta la ausencia
esa consejera que siempre llega tarde

2 comentarios:

Jorge Maseda dijo...

"me delatan en los bordes agudos
de las sombras fantasmales que me delatan"
sabes? es una gran fórmula,
volver a la palabra "protagonista"
(delatan) es algo que a mí también
me gusta hacer.
Una serpiente que se muerde la cola.
Bravo, sigue así.
Un placer leerte, siempre.

jorgemaseda.blogspot.com

alberto jimenez dijo...

Bueno, creo que me he dalatado demasiado, vaya lapsus.
Un saludo muy fuerte
alberto