tu silueta de mujer
en el trazo ya cansado
de mi ojo descosido.
Y en la línea
tu carne se ha disuelto
en la sopa estéril
de mil poemas ciegos.
Mi mano
ha buscado por instinto
el mercado de tus palabras
y sólo el silencio
ha podido cubrir
la caída de un beso
La luz
es un juego opaco
de tacto y sueño
Ya ves.
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