jueves, 10 de febrero de 2011

Nada excede a la palabra

Hoy he visto
una vez más
la caída lenta del mundo
en los bolsillos de los poderosos

Y la patología de la pobreza
me ha recordado
sus labios ulcerados
en las ciudades reunidas
que se van secando

Hay palabras sin símbolos
en el equilibrio de los inviernos
y los poemas
han olvidado el vértigo
de todo aquello
que remontaba prontamente
en las edades de la juventud.

Solo veo
una miseria extendida
atravesada sin dulzura
en los perfumes inguinales
de las habitaciones abrasadas

Sólo me quedas tú
palabra invertebrada
con tus párpados de hierro
en los desiertos vacíos
de la desaparición.

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