La historia jamas contada
de uno mismo
esta llena de olvidos
algunas travesuras
y la constancia segura
de no haberse conocido suficiente
o de haberse dejado en el tintero
algunas intenciones imposibles.
Ahora que ya no creo
en el olor pegajoso del amor
y la confianza de los hombres
es una bola de humo,
y todo corre como un tropel
de toros desesperados.
Ahora,
pienso que estoy preparado
para no asustarme suficientemente.
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