bajo los balcones de la memoria
los labradores enviados
en la administración de la guerra.
La tierra, se va poblando
de corazones apresados.
Y los depósitos atribuidos
a la falsedad del triunfo
se van llenando de manos falanges
y censos desolados
entrenados en el suicidio de la palabra.
Los desiertos infinitos
se pueblan asombrados
de hierros enfermizos
en el incesto de la pobreza.
Y hay un impulso esperado
en la contemplación de la muerte
(110 días de ausencia)
No hay comentarios:
Publicar un comentario