En la prisa transparente del vacío
decenas de anfibios me miran
con ojos sin oscuridad
más allá de la tormenta
Material inédito siempre
esto de estar vivo.
Muchas veces sueño
con un niño corriendo dentro de un tren en marcha
y los pueblos y las estaciones en el exterior
también se mueven en dirección contraria.
Y todos ellos pasan sin mirarse
a través de los ventanales luminosos.
El niño y los pasajeros que duermen
la vendedora de cigarrillos allí fuera
y el extraño revisor en otro viaje más.
Me he dado cuenta
que solo la ventana permanece inmóvil
auténtico verdadero colector de sueños.
Todo es cercano y desconocido
al mismo tiempo.
(de 7 días con M, 1/7)
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