Hace calor
y las ideas se desplazan lentamente
hacia el rojo ascendente
de las peores guerras.
Ya no sentimos
percibimos muy cerca
el tacto aceitoso de la sangre
y el miedo, cuidando calladamente
los poros de la piel.
Y los fetos
que ya no bailan
en las paredes oscuras uterinas
de ningún futuro en desarrollo
Siempre volvemos
al minuto inicial de la tribu
con posturas y gritos
de la próxima desaparición
de otros desconocidos
No hay comentarios:
Publicar un comentario